La Patria



El pensamiento anterior puede servirnos de punto de par tida, para reflexionar sobre el concepto de PATRIA.
Tal expresión lingüística, repetida tantas y tantas veces de un modo automático, nos parece hoy en día que es una palabra que pertenece al pasado; este simple fonema que encierra toda una vivencia pasada, presente y futura, vale la pena analizarlo y rescatarlo en su verdadero concepto, sobre todo cuando suceden hechos que en nombre de la Patria pretenden desvirtuar lo que debe ser la conducta de todo patriota y la actitud del mismo hacia la Patria.


Cuando dije que nos parece que la palabra Patria pertenece al pasado, la impresión es que voy a negar que el fonema Patria, está pasando de moda, no obstante, no voy hacer eso, no voy a negar que semánticamente el vocablo Patria es una palabra vieja que pertenece a la historia, no importa que esta palabra sea Patria o sea cualquier otra, lo que sí importa y lo que siempre se mantiene dinámicamente actual, es el contenido que encierra la misma, llámesele a dicho contenido -para identificar la gama de sentimientos y de sentido que encierra- Patria o como se quiera.

Con simples palabras no llegan a nuestro espíritu a sublimarse, no basta con repetir de generación en generación tal palabra, para embriagarse de su contenido, para comprender el COMPROMISO que nos liga a este concepto, para animarnos a darle razón, a darle forma, a darle belleza, para luego perfeccionarla y así poder contestar a la interrogante de Kant: «sí, hay una conexión oculta entre lo lógico y lo bello».

La Patria como simple palabra se va quedando chiquita en este momento de la era espacial y el mismo concepto pareciera que no puede ya sustentarse, si no es estando en relación integral con otras estructuras humanas más extensas y globales.
La Patria no tiene cabida, cuando esta palabra es expresión de lo pequeño, de lo mezquino, y así en esta edad en que los hombres ya conquistaron la luna, y las comunicaciones los estrechan más y más a sí mismos y a los demás, la Patria en sentido estricto es como una camisa que le quedó pequeña.

Patria etimológicamente está ligada con la palabra PATER, y pater es origen. El concepto Patria no puede ser entendido como un concepto de frontera que encierra y separa. El concepto de Patria se refiere más que todo a un concepto de origen; Patria no es otra cosa que la evidencia que originó nuestro ser; la Patria es nuestra historia; la Patria es también conciencia de esta historicidad; la Patria es un pasado vivo que pertenece a nosotros y nos proyecta hacia el porvenir.

La patria es depositaria de todo lo que venimos acumulando de generación en generación, que nos define y nos da el ser, y con lo cual podemos realizar y confrontar nuestro momento en la realización de nuestro futuro.
Decía al principio que tal vez para rescatar los orígenes teníamos a veces que sustituir las formas y dejar que las necesidades de expresión, esas nuevas necesidades, producto de la nueva conciencia salgan de los conceptos humanos PERMANENTES y encuentran cada vez y en cada época los vocablos cargados de semántica legítima, que sean capaces de hacerlos SENTIR.
El concepto Patria debe encerrar la CONCIENCIA DEL COMPROMISO que tenemos todos con nuestro origen y porvenir; el compromiso para con la Patria es como un potencial, supone movimiento, es un salir de «mi, aquí y ahora» para llegar a un «allá» que se concibe y entiende y que representa para el individuo un reto a la ejecución de su propia evolución.
Comprometerse: esta palabra es un verbo y como tal encierra acción, es un hacer, se refiere a un equilibrio dinámico, supone el conocimiento y la aceptación de una evolución personal hacia una etapa diferente que se considera mejor; en la madre naturaleza hayamos que el proceso evolutivo se mantiene en un dinámico ciclaje; en ciertos lugares especies de aves emigran motivadas por el clima en busca de mejores ambientes; el ave que se adormece y no emigra tiene un destino trágico, CON SU NEGACIÓN DE ACOMPAÑAR AL PROGRESO SE CONDENA A TENER POR COMPAÑERA A LA MUERTE.

En otros lugares las aves no emigran permanecen en su hábitat natural protegidas del clima y los alimentos naturales que encuentran; cuando una de estas aves se expone en busca de ambientes desconocidos a los que no está preparada a enfrentar, CON SU NEGACIÓN DE CONSERVARSE EN LOS LUGARES TRADICIONALES DE SU AMBIENTE NATURAL SE CONDENA A NO PRESERVAR SU VIDA.
Es éste el destino trágico del hombre y de las sociedades que se duermen y no evolucionan hacia el progreso cuando hay que hacerlo y es también el destino trágico del hombre y de las sociedades que buscan sin madurez e irreflexivamente fórmulas y respuestas a su problemática que no convienen a su naturaleza, a su idiosincrasia, ni a los auténticos conceptos de libertad, paz y justicia.
Todo lo anterior conlleva a darnos cuenta que Patria es origen presente y futuro, es evolución positiva y conservación útil, es humanismo y es esperanza, y esa esperanza somos nosotros, existe en nosotros una fuerza potencial esperanzadora ¡Patria no defraudemos tal esperanza!
El quehacer patriótico conlleva la doble acción: evolutiva y conservativa, el compromiso patriótico conlleva el fomento de la solidaridad para trabajar por la paz teniendo como divisa la comprensión y la tolerancia y a su vez, la firme energía necesaria para defender esa paz y sostener esa solidaridad. De lo contrario, el odio nos puede llevar a escuchar el cabalgar diabólicamente sonoro de las andaduras de los cuatro jinetes del Apocalipsis y dejar una estela triste y vergonzosa en nuestras conciencias como es la de esculpir en las páginas de la historia las escenas que el mismo hombre llega a planificar, cuando se mancha en su propia sangre, cuando se goza de su propia muerte, cuando se deshidrata en su propia sed de amor y de justicia.

—Pedro J. Barquero Quesada—